lunes, 4 de enero de 2010

JULIAN EL CAZADOR

A las 4,30 de la madrugada de ese dia Domingo y desde Talcahuano,partió el bus con los cazadores que participarían de loa competencia.
Una madrugada helada, pero aun no se desvanecían los puntitos blancos en el cielo, el día se veía muy hermoso y soleado.
A medida que el vehículo avanzaba, Higueras, Mediocamino, subían nuevos competidores, algunos de ellos con hermosos perros perdigueros ..A la altura del Club Hípico el contingente ya estaba completo. La conversación de los pasajeron , rondadaba al mismo tema "la caza" se escuchaba como un zumbido de abejas, y el que quería destacar alguna "ganada" en anteriores giras subía un poco el tomo de voz para qyue el resto los escuchara. Esporádicos y belicosos ladridos acompañaban la tertulia.
Julián (representaba el departamento de trafico en CAP que era donde trabajabamos) se bajó con dos compañeros, todos eran novatos, pero con ansias de conquistar un buen lugar en el cómputo..la inexperiencia los  hacia caminar aceleradamente, y Julian se fué quedando atrás; eso no le importó mucho  al contrario los otros no intervendrían,  cuando a él le volara una perdiz o encontrara un paradero de tórtolas. El sol quemaba, su morral lleno de víveres y una radio para escuchar los partidos le pesaban como si llevara piedras..¿Porqué no habré dejado la chaqueta en el bus?_se preguntaba_y algunos víveres: peroen fin , a lo hecho pecho, sudaba mientras caminaba, su pesada contextura de un metro ochenta y tanto, sentía la fatiga; para peor los zapatos de seguridad no fueron los más apropiados.
La dos de la tarde y sin pelar una papa, una lloica y una tórtola son sus presas..a esa hora la chaqueta colgaba del morral, la camisa desabrochada y el paso cansino.
De pronto,  avistó una  típica casita de campo, un hilo de humo blanco se escapaba del techo, se acercó a pedir un vaso de agua... agua de pozo , helada pese al calor; le pareció néctar. Se sentó en una banca mientras iniciaba una conversación con la dueña de la casa, dos niñitos correteaban por su entorno, lo miraban con respeto y desconfianza, mientras el descolgaba el morral para un mejor descanso.
Julián miró su reloj: las tres de la tarde; el tiempo avanzaba y él igual que antes ..su lloica y su tórtola. El niño mayor que lo había estado observando, se acercó a un cajón que estaba boca abajo y sacó un lindo conejo, café claro, propio de nuestros campos. Una idea genial nació en su mente, mente descansada por el reposo y el agua que refrescó su cuerpo;  para el , el conejo venía del cielo, si lograba que el niño le vendiera el conejo serían puntos que incrementarían,,   aquellos que ya tenia con la tórtola y la lloica.
_Oye niño le dijo en un tono casi sin interés ¿porqué no me vendes el conejo?, el niño miró a su madre con cara de pregunta adirmativa, ella aceptó y...trato hecho.
El tiempo corría inexorable, se despidió y corrió raudo al encuentro de su movilización. Julián ya no sentía ni calor ni cansancio, era tanta su alegría, que ya no le pesaba ni el morral , , ni los zapatos , no la chaqueta ni el conejo ,
De pronto se acordó que el conejo debía llegar muerto a su destino, su mente trabajó rapido y la desición fué drástica, "el conejo debía ser ejecutado";de su morral sacó un cordel, amarró el animalito firmemente por el cogote y firmemente tambien a una estaca. Unos pocos saltos sin resultado obligaron al conejo a quedarse quieto, julian miró furtivanente a su alrededor, como con miedo, un sudor frío perlaba sus sienes, le parecía que iba a cometer un crimen, no era para tanto esos animalitos son dañinos y hay que matarlos.
Julián retrocedió uno...dos, tres... quince pasos, levantó su escopeta de dos cañones, apuntó cuidadosamente sin antes dejar de echar una  cuidadosa mirada a su alrededor: disparó, el conejo dió una espectacular voltereta y con el susto del estampido y de los perdigones que cortaron el cordel , el conejo desapareció en fraccion de segundos.

A ELLA:::

versos escritos a mis 79 años de vida
insertos en el, las posibles vivencias

de tantos otros que hoy al final del camino
pudieran ser parte de esta ficcion..

LIMELCAN



Cumplido ya los veintiuno
mis años de adolescencia me acompañaban aún
fueron tiempos de feliz y graciosa existencia
que hoy recuerdo con nostalgias y pleno de gran candor


fué así que como hombre y avalado por la ley
las juergas y los amigos dañaron mi candidez
el destino cambió mi vida , arrastrandome a la euforia
olvidando mi niñez


vivencias llena de gloria fue cuando te conocí
sin poder dejar de quererte dia a dia con mas pasión
llenabas mis ilusiones me embriagaba tu sabor


que bella era entonces , mas bella te recuerdo hoy
no supe ignorar tu presencia, no se si  para bien o peor
sólo sé que tu compañía llenaba mi corazón


no todo ha sido tan bello al no separarme de ti
destrozaste mi vida,  quebrantaste mi salud
me llevastes por caminos que ahondaron mi dolor
lo hecho ya no me importa el destino me marcó


hoy en el ocaso de mi vida y listo ya para partir
te reitero mi cariño..pero, pero debes dejarme ir
me acompañaste por siempre y solo de tu sangre bebí
BOTELLA de mis amores,  nectar de mi existir
por ti y los presentes..¡salud.!.¡salud!..antes de morir..

MARTINEZ ...TODO UN HOMBRE

Si...el es jubilado, con una pensión que le alcanza para sus mínimas necesidades; pero tiene una vitalidad y espiritu de trabajo, que le envidio, modesto honrado y sin vicios, todo un hombre ..ese es Martinez.
Lino me dijo un día,  puedes creer tu , que a los setenta años he tenido una de las mayores satisfacciones de vida, al margen por supuesto de aquellas que como padre y familiarmente me correspodió gozar?.
Finalizaba el primer semestre de mil  novecientos noventa y  Martínez tuvo la suerte de ser invitadao a Chillan , hacia la cordillera , mientras viajaba, el comentario de la familia anfitriona se concentraba  en la cantidad de nieve que habría en el lugar, que se pensaba visitar, y rogaban que el tiempo les fuera propicio para una buena estadía.
En silencio,  este hombre curtido por los años, el sol y el trabajo que esporádicamente y en forma de "pololo"realiza, pensaba y masticaba su amargura...no se atrevía a comentar que él no conocía la nieve.
Los primeros vestigios de nieve  lado del camino hicieron saltar su corazón, y los niños pedían a su padre que se detuviera un momento para tocar esa blanca nieve . A Martínez le invadía una enorme alegría y trataba de ocultar sus ansias de estar junto a los niños ...junto a la nieve. En la cueva de Los Pincheira, última parada, la alegría es grande y nadie, nadie de los que allí estaban vió a lejarse a ese amigo invitado, que solo, admirando la maravilla del paisaje, sintió que sus lágrimas de hombre , bajaban por sus mejillas para perforar el albo piso de nieve.
Amigo Lino , me dijo Martínez con la emoción del recuerdo de ese maravilloso día...conocer la nieve a los 70 y tantos años de mi esforzada existencia,, fue la mayor satisfacción de mi vida...