domingo, 3 de abril de 2011

Un dia de intenso calor de verano

Siguiendo con las historias de nuestro perro JOC, les presento los sucesos de un dia de vareno; nuestro padre había llegado al medio diá , hora de almuerzo, recuerdo que vestía su uniforme de gabardina y su sable colgado al cinto. Ya listo para el almuerzo familiar en la mesa de la gran cocina, unos fuertes golpes en la puerta de calle interrumpieron lo nuestro, uno de nosotros ´, no recuero quien, fué a ver quien golpeba con tanta fuerza o premura... dos señores, uno de ellos preguntó..¿ está tu papá ? necesitamos hablar con él urgentemente; mi padre se hizo presente... don Manuel, un lanza se nos arrancó hacia la laguna por el terraplén, asaltó a una señora., ¿ Podríamos usar su perro para que nos ayude a atraparlo ?.. Un silvido de mi padre y JOC listo para actuar...mira le dijo : por el terraplén hacia la laguna un tipo corre, ¡ atrápalo¡ salió como un celaje, nosotros dejamos nuestros platos y como niños que éramos corrimos, pero nuestra velocidad no competía con la de JOC, quedamos muy atrás., solo vimos que a la mitad del terraplén ( ruta de los carros), JOC había cumplido la orden....

JOC en la escena deL festejo

Mi hijo que lleva mi mismo nombre, ha escrito historias sobre JOC, el perro policial que crió y enseñó mi padre, dicho inteligente animal fue llamado el "rintintín de Concepción" en esos tiempos , hace ya alrededor de 65 años. Voy a agregar nuevas historias acaecidas en aquellos tiempos: como todo adulto mayor sabe, en aquellos años el cumpleaños o santo obligaba a una gran cena en honor del festejado, a mi padre Manuel jamás se le dejó sin su rutinaria celebración. Nuestra casa con un comedor para a lo menos 20 personas se llenaba de parientes y amigos, todos mayores. En una de esas comidas y en el fragor de las copas y demases, uno de los invitados dirigiéndose a mi padre le dijo., don Manuel ¿ porqué no hace trbajar a su perro ? por favor... siguieron  la cena y los brindis, ya puh.. don Maño .. ¿ y el perro ?. Mi padre les dijo, bien, haremos algo: un silvido y apareció JOC, hermoso , orejas al cielo, hocico abierto, esperando la orden de su amo. Previo a ello, el anfitrión, mi padre había sacado su pañuelo de sus bolsillos y lo había escondido en el bolsillo interior de la chaqueta de uno de los varones invitados. Mira le dijo., se me ha extraviado mi pañuelo, alguien de los presentes lo tiene, yo no se quien.... unos sgundos y odenó, búsquelo. JOC semblanteó a los presentes , recorrió el entorno de la gran mesa, en el momento dado puso sus dos grandes manos en el pecho de uno de los invitados, metió su hocico en la cartera interior del vestón del asustado señor y sacó el doblado pañuelo entregándoselo a su amo... los aplausos fueron estrenduosos. Lo digo y afirmo porque los 4 hermanos, tras la puerta del comedor observamos la escena.